Mauricio Cristancho Hernández




Mauricio Cristancho Hernández es uno de los violinistas más reconocidos en Colombia y en el exterior por su virtuosismo, por la calidad de sus interpretaciones, por su gran labor pedagógica y la gestión cultural que desarrolla en el ámbito musical colombiano.
En 1947 su padre, Francisco Cristancho Camargo, conocido compositor, director de orquesta e intérprete, se desplaza con toda su familia a Venezuela, Trinidad y Tobago, y Brasil, en una gira de difusión de la música, colombiana, que dura 4 años. Poco después de su regreso al país, Mauricio ingresa en 1953 al Colegio Americano de Bogotá, donde termina su bachillerato en 1963.
Sus trabajos escolares se mezclan desde muy temprana edad con las disciplinas musicales, en primer término bajo la tutela de su padre, y su talento se manifiesta precozmente, pues ya a los 11 años de edad realiza sus dos primeras composiciones: «Donald» y «Monita», esta última dedicada a su madre, doña Sofía Hernández.
En 1959, ingresa al Conservatorio Nacional, optando por el violín como instrumento principal; sus maestros de este instrumento fueron Ernesto Díaz, Edward Preodor (alumno de Carl Flesch), Alberto Lysy (alumno de Yehudy Menuhin) y Henryk Szeryng. En orquestación y dirección de orquesta recibió clases del maestro Olav Roots.
Al graduarse como bachiller inicia, paralelamente, en la misma Universidad Nacional de Colombia, la carrera de Ingeniería Química, disciplina que no llega a seducirlo por completo; entonces se retira y se dedica totalmente a la música.
Su rápida aprehensión de los conocimientos musicales, su gran disciplina en el difícil estudio del violín y su capacidad para abordar obras de mucha dificultad, hacen que pueda ingresar por concurso, en 1965 y con tan sólo 18 años de edad, a la Orquesta Sinfónica de Colombia, donde en corto tiempo llega a ser Concertino Asistente y Concertino Asociado. A esta institución pertenece durante 12 años.
En 1969 tiene la oportunidad de viajar a Bariloche, Argentina, para asistir a un curso con el Maestro Alberto Lysy. Desde entonces queda sellada una amistad con el Maestro, que se conserva hasta ahora, basada en la mutua admiración. Su nombre como violinista empieza a ser reconocido y a tomar fuerza en el exterior, hecho que lo lleva, en 1970, a formar parte de la Camerata Bariloche, considerada una de las tres mejores orquestas de cámara del mundo. Con ella realiza una gira por 23 países, a la vez que asiste a cursos en Japón, Austria e Italia. En 1971 asiste al tercer curso superior internacional de violín con Henryk Szeryng.
A su regreso, en 1972, y junto con su hermano, crea en Bogotá el Centro de Orientación Musical Cristancho, institución de gran trascendencia para la cultura nacional, por ser un foco irradiador de valores musicales universales tanto como nacionales, que ha preparado a muchos de los músicos que en la actualidad le dan nombre a Colombia fuera de sus fronteras o que, asimismo, forman parte de las nuevas generaciones de compositores, directores e intérpretes, que enriquecen el panorama musical colombiano. Esta institución, donde el maestro Mauricio Cristancho dicta las cátedras de violín, viola, música de cámara y dirección de orquesta, no se limita a la formación magistral, sino que se ha convertido en lugar de encuentro musical y cultural, debido a la permanente gestión que desarrolla en la organización de eventos de trascendencia, tales como los Talleres Nacionales de Jazz dictados por profesores del Berklee College of Music (en el año 2001 se realiza su V versión). Desde la fundación de la Orquesta Colombiana fue también su Concertino. Creó, dirigió y fue Concertino de la Camerata Cristancho, orquesta de cámara con la que hizo amplias giras nacionales.
Junto con la actividad docente que se desarrolla en forma privada en el Centro de Orientación Musical Cristancho, entre 1973 y 1977 se desempeña como profesor de violín en el Conservatorio Nacional y concertino asociado de la Orquesta Sinfónica de Colombia. Por esta misma época, en 1974, nace su hijo Sergio.
Pertenece también durante algún tiempo a la Tampa Philarmonic Orchestra, a la Saint Petersburg Philarmonic Orchestra y al Tampa Philarmonic String Quartet, agrupación con la que organizó un programa piloto de divulgación de la música de Cámara de Cuerdas, único en EU. Tocó bajo la dirección de Arthur Fiedler.
Asimismo fue fundador e integrante de diversos Cuartetos de cuerda como el Cuarteto Bacatá y del Cuarteto Colombiano. Solista de la Orquesta de Cámara del Conservatorio Nacional, Orquesta Colombiana de Arcos, Orquesta de Cámara de la Ciudad de México, Orquesta Filarmónica de Bogotá y en repetidas ocasiones solista de la Sinfónica de Colombia. En 1984 forma parte de la Camerata Lysy, en Suiza.
En el mismo año crea, en asocio con personas interesadas en el fomento de la actividad musical, la Fundación Cristancho, de la cual ha sido Presidente desde su inicio hasta la fecha. Esta entidad sin ánimo de lucro es promotora cultural ocupada en organizar las tradicionales temporadas de conciertos bajo el nombre de Septiembre Musical, el Primer Festival Nacional de Canto Popular que se llevó a cabo con gran éxito en el ámbito de la Feria Internacional del Libro de Bogotá; durante su existencia ha realizado múltiples actividades académicas, 420 conciertos y ha otorgado 350 becas de estudio, además de haber creado el Centro Cultural Cristancho en Iza (Boy.), para la enseñanza musical y enriquecimiento cultural de la región en el área rural, labor pionera en América Latina.
El lapso de los últimos años ha sido de mucha actividad: en 1987, el maestro Mauricio Cristancho dicta cursos en la Fundación Bariloche, Argentina, y entre ese año y el 2001 ha sido repetidas veces profesor invitado en los Reencontres musicales en diversos países de Europa y en la Academia Menuhin (Vevey, Suiza). También, frecuentemente es invitado como jurado en los más importantes concursos de composición e interpretación musical.
Sus obras más conocidas son:
Monita
Donald
Tres esquinas
Andinense i
Andinense ii
Gamín
Copetín
Minina
Relámpago
Chirimías
Garetiao
Aliso
Triste
Río aves
Ella
Sureño
Marco
Amanecer
Ardilla
Volandona
Travesuras
Tiquitlín